martes, 13 de octubre de 2009

Se disputó el Torneo CODECE: Centro Galicia campeón en línea y Cangas "B" campeón en cuadro


Con motivo de la celebración del Día de la Hispanidad el domingo 11 de octubre se disputó en el Centro Galicia de Buenos Aires el tradicional Torneo CODECE (Competencias Deportivas de la Colectividad Española), que organiza la Federación de Sociedades Españolas de Argentina. La competencia se disputó por tercetos (uno por equipo), tanto a línea (a ocho boladas con birla) como a cuadro (a diez tiros sin birla). En la primera de las modalidades mencionadas se impuso un terceto que este año no se cansa de ganar copas: Jorge Furci –mandó cuatro "42" y fue primero individual–, José Álvarez y Francisco Álvarez, representantes del club dueño de casa. En el cuadro el trío ganador estuvo conformado por José Manuel Rodríguez, Fernando Cadenas y Daniel Álvarez, jugadores del Centro Cangas del Narcea "B".

Esta es la síntesis de la jornada deportiva:

Modalidad Línea

1º Centro Galicia 1047
Jorge Furci 362
Francisco Álvarez 351
José Álvarez 334

2º Centro Cangas "B" 926
Antonio Valle 326
Marcial Cadenas 321
Pablo Álvarez 279

3º Valle Miñor 903
Manuel Gonda 332
Martín Navós 294
Luis Fernández 277

4º Baiona 886
Juan Manuel Gonda 314
Ángel Sabio 294
Pablo Gonda 278


Modalidad Cuadro

1º Centro Cangas "B" 299
Daniel Álvarez 113
José Manuel Rodríguez 103
Fernando Cadenas 83

2º Valle Miñor 222
Luciano Moffa 88
Mariano Navós 76
Rodrigo Navós 58

3º Centro Galicia 160
Alberto Maiorino 58
Andrés Piñeiro 57
José Varela 45

4º Baiona 134
Osvaldo Pozzi 55
Alberto Lloret 42
Roberto Navós 37


La Federación de Sociedades Españolas celebró el Día de la Hispanidad
Al margen de lo deportivo, cabe destacar que en el hermoso campo de deportes que el Centro Galicia tiene en Olivos se vivió desde primeras horas de la mañana hasta bien entrada la noche una jornada de fiesta a la que no le faltó ningún ingrediente. Luego del copioso aguacero que cayó entre las últimas horas del sábado y las primeras del domingo el día amaneció templado y radiante, lo que contribuyó sin dudas a que una innumerable cantidad de familias colmaran las instalaciones del Centro Galicia. Cada rincón de la geografía hispana estuvo representado con su música y sus bailes típicos –interpretados con pasión por los conjuntos de los distintos centros españoles que hay en Buenos Aires y sus alrededores, cuya labor cultural es encomiable– y, como no podía ser de otra manera, con sus platos regionales. Decenas de "chiringuitos" (puestos de venta de comida montados al aire libre para la ocasión) hicieron las delicias de grandes y chicos con sus exquisiteces. En una verdadera maratón gastronómica, este cronista probó las empanadas gallegas de chorizo y de atún del Centro Galicia, la tortilla española del Centro Andaluz, la fenomenal paella generosa en mariscos que hicieron los valencianos, las rosquillas cántabras, y por la tarde no pudo resistir la tentación de pasar a visitar a la gente de la Sociedad Parroquial de Vedra para tomarse un buen chocolate con churros. Un párrafo aparte merece el chiringuito del Círculo Social Valle Miñor –atendido por nuestros amigos de la familia Navós, Andrés Inuso y Juan Manuel Gonda–, ya que no sólo se dedicó a deleitar el paladar de los presentes con una amplia variedad de los mejores chacinados ibéricos sino también a alimentar sus almas con los sones del conjunto de gaitas de la institución (Rodrigo Navós, de quien conocíamos sus virtudes como jugador de bolos se nos reveló además como un destacado percusionista) que los acompañó todo el día interpretando canciones populares gallegas.

Los amigos del Círculo Social Valle Miñor, alistando su chiringuito
para atender a la gente. Música, fiambres y la alegría de siempre.
(Foto propiedad del grupo CSVM en Facebook)


La fiesta tuvo como broche de oro la presentación de ese prodigio de la voz que es el cantante Ariel Zamora, y finalizó con un es-pec-ta-cu-lar show (sólo los que estuvimos allí podemos darnos una idea de la maravilla que vimos) de fuegos artificiales. Si hubo un denominador común en la jornada ese fue el amor a nuestras raíces, la amistad, la camaradería, la buena onda reinante y las ganas de pasarla bien. Fue una fiesta con todas las letras, en la que los inmigrantes españoles y sus familias demostramos nuevamente que dondequiera que vamos llevamos –como cantaba el enorme Juanito Valderrama– con orgullo en nuestro pecho toda la alegría de España.

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